Hoy presentamos un curioso videojuego de habilidad, cuyo concepto está basado en el origami, el arte de origen japonés del plegado de papel, que en castellano también se conoce como ‘papiroflexia’.
El videojuego fue lanzado en 1994 bajo el título de Origamo por parte de Quantum Quality Productions (compañía subsidaria de American Laser Games), y cuyo desarrollo fue llevado a cabo por Destiny Software.
¿Y cómo se puede traspasar el origami a un videojuego? Realmente Origamo toma el arte japonés de forma más bien conceptual, intentando darle un nuevo punto de vista a los videojuegos de puzzles similares a Tetris.
En Origamo nos adentraremos en un laberinto en el cual tendremos que ir pasando por diversas habitaciones para encontrar la salida, ofreciéndonos el juego un reto distinto propuesto por el guardián de cada habitación.
Cada nivel nos presenta una figura de tonos grises, compuesta por piezas de formas geométricas que se asemejan a las que forman las figuras de origami.
En la parte inferior de la pantalla tenemos una cinta transportadoras, donde encontraremos diversas figuras pequeñas origami de colores.
Nuestra misión será rellenar la figura grande gris con estas pequeñas de colores (las cuales podremos girar), antes de que la cinta transportadora se llene y perdamos la partida.
En ocasiones veremos que la cinta se nos llena y no encontramos la pieza que nos hace falta, por lo que el videojuego nos permite tirar piezas al “basurero”.
Aunque las piezas que mandemos allí nos volveran a aparecer, nos permitirá tener un pequeño hueco para que aparezcan piezas nuevas.
Por otro lado, la figura en gris, veremos que está compuesta por piezas con un grabado distinto. Si rellenamos todas las piezas del mismo tipo, desaparecerán todas las piezas de la cinta dándonos un poco de alivio.
A pesar de la sencillez del planteamiento, el aspecto artístico está bastante cuidado, dotándole de una estética muy colorida y particular.
Dentro del apartado sonoro, nos encontramos con una banda sonora que, en un principio, resulta interesante pero que termina haciéndose repetitiva. Por contra, los efectos sonoros son muy limitados, aunque en realidad carece de importancia dada la mecánica del juego.
El nuevo planteamiento dentro del género de habilidad lo convertía en un videojuego bastante original y, a pesar de la posible sensación inicial, muy divertido, por lo que, a pesar de que en su momento pasó bastante inadvertido, se ha convertido en un título de culto para los incondicionales del género.